martes, 5 de diciembre de 2023

¿Realmente no sé tus gustos?

Ayer volvimos a discutir, otra vez más, me dijo que no sabía sus gustos, y que ella si sabía los míos.

Me dijo que me gustaba, comer Alitas, y tirarme a ver Netflix; y que yo no sabía nada de ella...

Yo no le contesté, eso hago cuando ella está reventando por qué no me gusta pelear, solo callo hasta que se le pasé.

Sé qué quizá no está bien, y bueno también soy conciente que siempre hago esto, solo callo y callo, pero cuando reviento, reviento demasiado fuerte sin contenerme.

Aveces soy muy brusco, no me mido, con lo que digo, por qué hasta lo que no siento digo, para luego estar triste por todo lo q dije y aveces quiero pedir disculpas y ya no me soportan, al final yo salgo siendo el malo de la película.

Bueno, yo sí sé de ella quizá no todos sus gustos pero, si mucho de ella:

Sé que no le gusta leer historias tan largas, sino la tomó por sorpresa desde la primera palabra.
Sé que a ella le encantan las carnes,en un plato de comida le gusta que haya arroz, pero en realidad es para que adórne el plato, sé que te encanta la pizza.
Sé que es inquieta, se aburre hacer demasiado tiempo lo mismo, ejemplo ver película en la cama, o algo en la casa, debe de estar bien entretenida para seguir allí.
No le gusta las flores, pero si es una si.
Le gusta mucho la farándula eso sí.
Le gusta salir a pasear, a divertirse, viajar, algo que no hemos podido hacer demasiado por diferentes motivos, ya tenemos dos hijos, el y el embarazo y la crianza de nuestros hijos, nos saturó, agregándole la pandemia, ese fué uno de mis más grandes errores, lo admito soy el culpable que se aburriera.
Ella es mona, refiriéndome al adjetivo coloquial, le gusta gusta mucho ver su físico, ver cómo la ven los demás, le gusta arreglarse y cuidarse físicamente mucho.

Emcambio, yo soy más sedentario, si estoy cansado quiero acostarme, dormir, jugar mis juegos moviles, si tuviera mi play allí estaría, me encanta el fútbol.

Lamento haberte descuidado, y hoy que me doy cuenta todo eso quiero resarsirme, pero ya es muy tarde.

Solo Dios sabe, todo lo que sufro hoy por esto, pero tambien tengo mi orgullo por el cual frente a los demás estoy muy bien.

martes, 24 de octubre de 2023

Aún soy tu padre 😊😍

Hola Hijo mío, soy yo, tu padre aún.. acaso soy una persona demasiado afortunada por tenerte, ya que al parecer no merezco tener un hijo como tú.

Gracias por haberme permitido ser tu padre, si lees esto  es por qué, quizá no estoy acá, pero te juro que disfrute, amé siendo tu padre, recuérdalo a tu hermanita, te pido que la cuides por mí.

Pues hay personas que piensan que no soy ni el 1% del padre que quisieran para su hijo, que no me intereso por tí, que no me importas, pues creo que estan demasiado equivocadas, no saben los sentimiento que tengo aquí adentro de mí.

No saben que yo tambien tengo sentiemientos, el que a alguien le digan que no vale la pena, hipócrita, que es un poco hombre y que no vales la pena....

Pierito, 
Hijito mío eres mi primogénito,
Eres lo mejor que Dios me dió,
Eres lo mejor que me dió la vida, 
Te amo muchísimo,
Así como te digo cuando te duermes,
Así como te digo cuando te levantas asustadito por las noches, recuerda tambn como te digo, no tengas miedo que tu conejito y tu perrito que duermen contigo te van a cuidar, y sobre todo yo siempre estaré contigo, y si algún día no me vez a tu lado, recuerda que siempre estaras en mis oraciones desde cualquier lugar de este mundo que yo esté.

Si algún día te sientes triste y no puedes dormir, y yo ya no esté, no olvides de rezar como te enseñe, que allí estaré, estaré tomando tus manitas, estaremos juntos mi amor, estaré a tu lado cuando digas Amén, allí te daré un besito en la frente símbolo de mi amor.

 Quizás ese día no me puedas dar un besito en el cachete, y al otro cachete, en la frente,  en la oreja, y en la otra oreja, en mi ojo y en mi otro ojo, besito en la nariz, en la mejia... No te sientas triste hijito mío que ahora es el turno de dártelo yo, cierra los ojitos que yo te los daré, con todo ese amor que tú me los dabas, y te daré un abrazo tan fuerte como te gustaba que dé mi abrazo con todo mi amor, nunca olvides que te amo muchísimo hijito, te amo hasta más allá...

Con todo mi amor para mí Piero Stefano Guayanay Ramirez, de su papito que tanto lo amó, lo amara, y lo amará por siempre.

Mis melódias

No recuerdo haber sido tan malo en mi vida, pero seguramente en mi antigua vida si lo fuí, y que hoy pago eso, 
Solo me pongo a escuchar mi corazón serrano, esas letritas antiguas, frases como:

No hay que llorar 
por un falso amor,
Que se burló,
Y tú encanto marchitó

Dame una sonrisa 
que calme este dolor...
Todo en esta vida se tiene que pagar
Quien te hizo sufrir tiene que sufrir...

Y como llora esa guitarra 🎸
....…..................…............
Algún día pasará todo esto,

sábado, 1 de julio de 2023

Estás metida en mi mente

Yo sé que no soy el mejor hombre
Pero, sé que tampoco soy el peor, 
Quizá algún día sabrás cuánto los amé,
Quizá nunca sepas cuánto te amé,
Soporté , aguanté, intenté, callé...pero

Tú sabes, que significast  mucho para mí,
Quizás como dices tú no te merecía,
Que puedo hacer, intenté hacer lo mejor que pude, soy una persona con defectos... pero

Aprendí a no quedarme callado, 
Antes lo hacía pero ya no más!
Aprendí a responder, 
A no quedarme callado, Pero...
Tampoco olvidé callar cuando veía que está pelea no terminaba
Y solo me iba...

Me tratas como si fuera la peor persona
tus palabras me duelen, 
lloro en silencio,
Pero No me verás sufrir más...

Espero que seas feliz algún día, 
Cuando ya no esté,
En verdad quiero que seas feliz,
Yo no pude hacerlo,
Ahora que ya no más un estorbo para tí 
Sé que lo lograrás.

Vive, disfruta, sé felíz.

miércoles, 1 de diciembre de 2021

LAS HERMOSAS PALABRAS DE HOMERO A LISA


🥰 ❤️
Lisa: Hola, papá
Homero:Estás preciosa, mi amor
Lisa: Gracias
Homero: Mi pequeña, Lisa, Lisa Simpson. Eres lo mejor que ha acompañado a mi apellido ¿sabes? Desde que aprendiste a ponerte los pañales has sido más inteligente que yo.
Lisa: Papá...
Homero: No, déjame terminar. Siempre he estado orgulloso de ti... eres mi mejor logro y lo hiciste tu solita. Me hiciste entender mejor a mi esposa y ser mejor como persona... y también eres mi hija. Nadie podrá tener una hija mejor de lo que eres tú...
Lisa: Papá, exageras.
Homero: Ves? Todavía me ayudas.



lunes, 22 de noviembre de 2021

Anciana guarda dinero para su jubilación, pero sus ahorros se agotan al cumplir 102 años - Gran Historia

Una mujer ahorró toda su vida para asegurarse de tener lo suficiente para vivir bien en su vejez, pero no había imaginado que viviría hasta los 102 años, y el dinero ahorrado ya se había acabado.

 



El mayor temor de Carlota Díaz siempre había sido sobrevivir a su esposo, y eso sucedió cuando solo tenía 71 años. Orlando había sido un gran hombre con una risa fuerte y una palabra amable para todos, pero falleció a los 78.

 

Una terrible enfermedad que ella no podía pronunciar había afectado sus tejidos, y un día, la mujer lo encontró muerto. Había fallecido sentado en su silla en el porche.

 

 Ella se sentó y lloró porque estaba sola. Y estaría sola por mucho más tiempo de lo que jamás había imaginado.

 

Si había algo con lo que Orlando y Carlota siempre habían tenido cuidado, era el dinero. Se casaron jóvenes y él se había enlistado en el ejército.

 

Ella había comenzado a trabajar en una fábrica de uniformes.  Tiempo después, la fábrica comenzó a confeccionar camisas elegantes para hombres de negocios.

 

La mujer había sido una buena costurera, la mejor que tenían, así que le pidieron que se quedara. A Orlando al principio no le gustaba que trabajara, pero ella lo convenció. Incluso cuando su hijo, el pequeño Orlandito, nació en el 48, ella siguió trabajando.

 

Cada cheque de pago que llegaba de la fábrica iba a una cuenta bancaria especial. “Esto de aquí”, le dijo Carlota a su esposo, “es para el futuro del pequeño Orlando”.

 

Además de su trabajo en el ejército, el hombre también comenzó a trabajar en otras cosas. Llevaba las cuentas de la tienda de herramientas y troqueles.

 

También de la farmacia y casi todas las pequeñas empresas de la ciudad. La pareja estaba ahorrando e incluso estaba hablando de comprar un auto nuevo.

 

Orlandito ya no era tan pequeño, así que obtuvo su licencia de conducir. Siguió presionando a su padre para que fuera a ese elegante puesto de autos todos los días, pero todo terminó cuando su hijo se enlistó en el ejército.

 

Después de eso, Carlota nunca volvió a ver a su hijo. Le enviaron una caja de metal dos años después y dijeron que Orlandito estaba adentro.

 

La madre no sentía que aquello fuera real. No decía nada. Orlando lloró mucho cuando pensó que su esposa no podía escuchar. Ella nunca derramó una lágrima.

 

Simplemente siguió con su vida, yendo a la fábrica, haciendo funcionar la máquina, cortando el hilo. Esas eran cosas que ella entendía, cosas que tenían orden y razón, no ver a los chicos regresar a casa en cajas de acero.

 

Durante mucho tiempo, Carlota se encerró en sí misma, ni siquiera hablaba con Orlando. Entonces, un día, vino su vecina Dalia. “Carlota”, dijo. “Necesito un favor tuyo y es muy grande”.



 La mujer se limitó a mirarla y asentir. El hijo de Dalia, Tomás, también había muerto tras enlistarse en ejército. Se entendían mutuamente. “Tengo que viajar para ver a mi hija, pero ahora tengo a este niño que dicen que es hijo de Tomás y de una chica…”.

 

Carlota vio que sostenía la mano de un niño de unos tres años, de cabello negro y ojos verdes, que se llamaba igual que su padre. Dalia estrechaba la mano del pequeño, pero él no se movía. “¿Lo cuidarías por mí? Sólo por unos días”.

 

La mujer no pudo decir que no. “Sí”, dijo brevemente. “Trae sus cosas, pero dile que no aguanto malcriadeces”. Pero el nieto de Dalia no se comportó mal. Ni siquiera hablaba. Él simplemente se quedaba quieto.

 

Cuando Carlota pensaba que era hora de que él comiera, comía, cuando era hora de ir al baño, lo hacía, cuando era hora de acostarse, dormía. Y nunca dijo una palabra. Su silencio irritaba a la mujer, por lo que ella comenzó a tararearle.

 

Parecía que eso le gustaba e incluso empezó a tararear. Era un niño dulce, pero se veía terrible. Carlota notó que su ropa estaba gastada.

 

Luego recordó que tenía una caja de cosas viejas de Orlandito cuando era pequeño y le pidió a su esposo que la trajera del ático. Mientras el pequeño se probaba el pijama de Orlandito, la mujer notó que estaba llorando.

 

El pequeño Tomás extendió los dedos y le tocó la mejilla. Luego la abrazó y lloró también. Nunca llegó a ser muy conversador, pero él y Carlota se convirtieron en compañeros en silencio, incluso después de que Dalia regresara. Para entonces los pocos días se habían convertido en seis meses.

Esos años pasaron muy rápido. Al poco tiempo, Orlando se había jubilado y andaba por la casa quejándose de todo. Sin embargo, hubo algunos años buenos antes de que se enfermara.

 

“Escucha, no voy a durar mucho, así que tienes que cuidarte”, le dijo a su esposa en una ocasión.  Él había descubierto que, con la pensión de Carlota complementada con sus ahorros, ella viviría cómodamente. “¡Puedes vivir hasta los 90 y todavía estarás bien!”.

 

Pero Orlando no contaba con que Carlota viviría más allá de los 90, y mucho menos más allá de los 100 años. La mujer había pasado los 90 con buen estado de salud. Ahora tenía 102 años y el dinero ahorrado se había acabado.

 

Las facturas seguían llegando, tan regulares como un reloj, y ella no sabía qué hacer. No quedaba nadie a quien acudir. Todos los amigos y enemigos habían muerto. Carlota era la mujer más vieja de la ciudad y no tenía familia.

 

El gobierno envió una carta diciendo que debía impuestos de su casa, pero ella ni siquiera tenía dinero para el agua y la luz, y mucho menos impuestos. Carlota entonces habló con el Sr. González, quien le había estado entregando comestibles durante años.

 

“Señor González, será mejor que no me traiga más mi pedido semanal”, dijo.

 

Él dejó las compras en la mesa de la cocina de la mujer y se quedó mirando. “¿Por qué no, señora? ¿Ahora hace sus pedidos con otro supermercado?”.

 

“No, señor”, dijo la mujer. “Pero no pido cosas que después no podré pagar”.

 

“Pero... ¿Cómo va a.…?”, el señor González vio el rostro decidido de Carlota y se rindió. Tenía una idea propia y la iba a hacer bien.

 

Tres días después, la mujer se puso su mejor sombrero y fue al banco. Sacó sus últimos dólares y fue a saldar sus cuentas lo mejor que pudo.

 

Cuando fue a pagar la electricidad, la cajera miró su factura de luz, luego la computadora y dijo: “Debe haber un error, señora, esto está totalmente pagado”.

 

“Pero...”, dijo Carlota. “¡Pero yo no lo pagué!”.

 

En la empresa de agua pasó lo mismo. “Señora, su cuenta está saldada”, le dijo el hombre a Carlota. Aún más sorprendente para ella fue cuando se enteró de que los impuestos también se habían pagado.

 

“¡Eso no es posible!”, lloró la anciana. “¡Quiero saber quién pagó!”.

 

“Fue su nieto”, dijo el hombre. Un señor T. Carrillo. ¿Creo que trabaja para el Estado? Es ingeniero. “¡No TENGO nietos, joven!”, Carlota lloró. “¡Mi único hijo murió en 1969!”.

La mujer fue directamente al Ayuntamiento y exigió hablar con el Sr. T. Carrillo. Después de mucho correr de un lado a otro y molestarse, apareció un hombre alto de unos 50 años con cabello blanco.

 

Carlota lo miró fijamente. Tenía rasgos suaves y largos ojos verdes, y sonrió cuando la vio.

 

“¿Quién eres tú?”, preguntó la anciana. “¿Y por qué estás pagando mis facturas?”. El hombre no respondió, en cambio, comenzó a tararear una canción de las que ella tarareaba a aquel niño que había cuidado hace muchos años.

 

Entonces ella se dio cuenta de quién era el hombre. ¡Era el nieto pequeño de Dalia, ahora todo un adulto!

 

Tomás dio un paso adelante y la abrazó. “Está bien, Carlota, el Sr. González me lo contó todo”, dijo. “No estás sola y voy a ayudarte como tú me ayudaste a mí”. Y ella le devolvió el abrazo.

 

A él nunca le había gustado mucho hablar, ¡pero siempre decía las palabras adecuadas! Cuando la gente se enteró de que la mujer más vieja de la ciudad no tenía dinero para pagar sus facturas, abrieron una página de GoFundMe.

 

Gracias a esto, la cuenta de ahorros vacía de Carlota se llenó rápidamente de nuevo. Ella se convirtió en toda una celebridad. ¡Ha estado compartiendo con Tomás y sus nietos y espera celebrar su cumpleaños número 103 sin preocupaciones!

 

 

¿Qué podemos aprender de esta historia?

Un acto de bondad nunca se olvida. La amabilidad de Carlota con un pequeño huérfano de guerra fue recordada 50 años después y le brindó la seguridad que pensó que había perdido.

Las personas mayores son la memoria de nuestra comunidad y necesitan ser protegidas. Carlota estaba cada vez más sola, y solo la ayuda de su comunidad la salvó.


❤️AMA

 👵🏻Ella dijo: "No llames al médico, quiero dormir tranquila, con tu mano en la mía."

👴🏻Él le habló sobre el pasado, cómo se conocieron, su primer beso.

🤗No lloraron, sonrieron. No se arrepintieron de nada, fueron agradecidos. Entonces ella repitió suavemente, "Te amo para siempre" y él le devolvió sus palabras, le dio un beso suave en la frente. Ella cerró los ojos y se durmió en paz con la mano en la suya.

❤️El #amor es lo más importante porque llegamos a este mundo sin nada más que amor y nos vamos sin nada más que amor.

🙏🏻Profesión, carrera, cuenta bancaria... nuestros bienes son sólo herramientas, nada más. Todo se queda aquí.

💞Ama, como si no hubiera nada más importante en tu vida.




jueves, 12 de agosto de 2021

"Pase lo que pase, nos vemos en casa"

Mucha gente piensa que la convivencia es color de rosa pero esta es la realidad. Vivir con la persona que amas no es lo que todos piensan que es. No te levantas temprano por la mañana para desayunar y comer juntos. No es acurrucarse en la cama juntos hasta que se duerman tranquilamente cada noche. No es una casa limpia y la comida perfecta recién hecha todos los días. 

Vivir con la persona que amas es discutir por cosas simples, como quién olvidó sacar la basura, es dormirse porque el día te dejó agotado, es discutir por temas financieros, es alguien que te quita las sábanas y te despiertas por el frío, discutir y saltar por nada solo por cansancio, etc. 

Pero a pesar de todo, todos los días esperas a esa persona con ansiedad o te vas a casa todos los días para encontrarte con esa misma persona que sabes que te ama y se preocupa por ti. Te ríes en el momento en que accidentalmente hizo algo gracioso, es imitarse entre si y preparar la cena y hacer que sea más fácil de comer porque ambos tuvieron un día complicado. 

Es vivir una crisis emocional y tener a alguien que con amor se sienta a tu lado y te abraza y te dice que todo estará bien y tú lo crees. Es amar a esa misma persona incluso si te vuelve loco. Vivir con la persona que amas es discusiones simples, tontas y constantes, pero también es tener un amor que muchas personas pasan la vida buscando. O que muchas veces intentaron arrebatarte pero ese amor fue mas fuerte... No es perfecto y es muy difícil mantenerlo equilibrado todos los días pero es maravilloso y lo mejor que puedes experimentar porque si fuera fácil no valdría la pena y piensas: 

PASE LO QUE PASE, NOS VEMOS EN CASA ❤️ 🏡



viernes, 18 de noviembre de 2016

PADRE A SU HIJO: "Cuando ya me haya ido"

La muerte siempre es algo inesperado. Hasta los enfermos terminales esperan no morir hoy. Quizá dentro de una semana, pero no ahora, no hoy.
La muerte de mi padre fue aún más inesperada. Se fue cuando tenía 27 años así como muchos músicos del así llamado "Club de los 27″. Estaba jóven, demasiado joven. Mi padre no era ni músico ni alguien famoso. El cáncer no elige a sus víctimas. Se fue cuando yo tenía sólo 8 años y estaba lo suficientemente grande para extrañarlo durante toda mi vida. Si hubiese muerto antes, no me hubiesen quedado recuerdos de él y no sentiría ningún dolor, pero entonces también podría decirse que nunca tuve un padre. Y yo sí lo recuerdo, porque lo tuve, tuve un padre.



Si hubiese estado vivo, hubiese podido alegrarme con sus bromas, hubiese podido besarme la frente antes de que me fuera a dormir. Quizá me hubiese obligado a ser fanático de su equipo de futbol preferido y me hubiese explicado algunas cosas muchísimo mejor que mamá.
Nunca me dijo que moriría pronto. Aún cuando estaba en la cama del hospital, con tubos por todo el cuerpo no me dijo ni una palabra al respecto. Mi papá hacía planes para el próximo año aunque sabía que ya no estaría entre nosotros el próximo mes. El próximo año iríamos a pescar, viajaríamos y conoceríamos lugares en los que nunca habíamos estado. El próximo año sería maravilloso. Ese era nuestro sueño.

Creo que él pensaba que algo así me daría suerte. Hacer planes para el futuro era su forma de mantener la esperanza. Me hizo reír hasta el final. Él sabía lo que debía suceder pero nunca me dijo nada, no quería verme llorar.
Un día mi madre llegó por mí a la escuela de repente y luego fuimos al hospital. El doctor le dio la triste noticia con toda la delicadeza que pudo. Mi mamá se echó a llorar, le quedaba una pequeñísima esperanza. Yo estaba en shock. ¿Qué significaba eso? ¿Acaso no es una de esas enfermedades que los doctores curan? Me sentí traicionado. Grité lleno de ira hasta que entendí que mi papá realmente ya no estaba entre nosotros. Luego también me puse a llorar.
Luego algo ocurrió. Una enfermera con una pequeña caja bajo su brazo se acercó a mí. La caja estaba llena de sobres escritos con notas en lugar de dirección. La enfermera me entregó sólo una de las cartas. 

“Tu padre me pidió darte esta cajita. Pasó toda la semana escribiéndo estas cartas y quería que hoy leyeras la primera de ellas. Sé fuerte“.
En el sobre estaba escrito: ”Cuando ya me haya ido“. La abrí.
Hijo,
Si estás leyendo esto significa que estoy muerto, Lo siento, yo sabía que eso pasaría.
No quería decírtelo, no quería que lloraras. Fue mi decisión. Creo que una persona que está tan cerca de la muerte tiene derecho a ser un poco egoísta.
Aún me queda mucho por enseñarte, al fin de cuentas no sabes prácticamente nada. Así que te escribí estas cartas. No las abras hasta que llegue el momento indicado ¿vale? Ese será nuestro trato.
Te amo. Cuida de mamá. Ahora eres tú el hombre de la casa.
Con amor, papá.
P.S. No le escribí cartas a tu mamá, ya le dejé el auto.

Su carta enredada y que pude leer con dificultad me tranquilizó y me hizo sonreír. A mi papá se le había ocurrido algo así, tan original.
Esa pequeña caja se convirtió en el objeto más importante del mundo para mí. Le dije a mamá que no la abriera. Las cartas eran para mí y nadie más debía leerlas. Aprendí de memoria lo que estaba escrito en los sobres que me quedaban por abrir. Era cuestión de esperar a que llegara el momento de cada una... y me olvidé de ellas.

Siete años después, luego de que nos mudásemos a un nuevo lugar, no tenía idea de dónde estaba la caja. Sencíllamente olvidé dónde podría estar y en realidad no la buscaba. Hasta que ocurrió algo.
Mamá nunca se volvió a casar. No sé por qué, pero quería pensar que mi papá fue el amor de toda su vida. Durante algún tiempo tuvo un novio que no valía nada. Yo pensaba que ella se rebajaba al estar con alguien así. Él no la respetaba. Ella merecía algo mejor que un hombre que conoció en un bar.

Aún recuerdo la bofetada que me dio luego de que yo pronunciara la palabra “bar”. Lo reconozco, lo merecía. Mientras la piel de mi rostro aún estaba hirviendo por el golpe recordé la caja con las cartas y una carta en específico en cuyo sobre se leía”Cuando tengas la peor pelea con tu madre“.
Busqué por todas partes en mi dormitorio y encontré la caja dentro de un maletín que estaba arriba del armario. Vi los sobres y entendí que olvidé abrir la carta que decía ”Cuando des tu primer beso“. Me odié por eso y decidí abrirla después. Al fin, encontré lo que buscaba.
Vé y pídele disculpas.
No sé qué causó la pelea y no sé quién tiene la razón, pero yo conozco bien a tu madre. Ve y discúlpate, eso es lo mejor que pudes hacer.
Ella es tu madre, te ama más que a cualquier cosa en el mundo. ¿Sabías que ella te dio a luz de forma natural porque alguien le dijo que así sería mejor para tí? ¿Alguna vez has visto cómo da a luz una mujer? ¿Necesitas alguna otra prueba de su amor?
Pídele perdón. Ella te perdonará.
Te ama, tu papá.

Mi papá no era un gran escritor, era un simple empleado de un banco, pero sus palabras tenían una gran influencia en mi. Eran palabras llenas de sabiduría, mucha más que la que yo hubiese podido tener a mis 15 años, como en ese momento.
Fui con prontitud a la habitación de mi mamá, yo estaba llorando cuando ella se dio la vuelta para verme a los ojos. Recuerdo que caminé hacia ella con la carta en la mano. Me abrazó y estuvimos un rato ahí, en silencio.

Nos reconciliamos y hablamos un poco del tema. Era como si él estuviera ahí, sentado junto a nosotros. Mi madre, yo, y una pequeña parte de mi papá, una parte que él nos había dejado a ambos en una hoja de papel.
Pasó algún tiempo antes de que leyera la próxima carta: “Cuando pierdas la virginidad”.
Te felicito hijo.
No te preocupes, con el tiempo todo se pondrá mejor. La primera vez siempre da miedo. Mi primera vez fue con una mujer bastante fea que además era prostituta. 
Mi mayor temor era que le preguntáses a tu madre qué es la virginidad luego de que leyeras esa palabra en este sobre.
Con amor, papá.

Mi papá estaba conmigo a lo largo de toda mi vida. Estuvo conmigo sin importar que había muerto hace tiempo. Sus palabras hicieron lo que nadie más hubiese podido: me dieron las fuerzas para superar las numerosas dificultades de mi vida. Siempre supo como hacerme reír cuando alrededor todo parecía una pesadilla y me ayudó a limpiar mi mente en momentos de enojo.
La carta “Cuando te cases“ me inquietó mucho. Pero no tanto como la que decía”Cuando te conviertas en papá“.
Ahora entiendes lo que es el verdadero amor, hijo. Entiendes lo mucho que la amas. Pero en realidad, el verdadero amor es eso que sientes por esa pequeña criatura que está a tu lado. No sé si es un niño o una niña.
Pero.... disfrútalo. El tiempo empezará a transcurrir muy rápidamente, así que más te vale estar cerca. No dejes pasar los momentos, porque nunca regresarán. Cámbiale los pañales, dale baños, sé un ejemplo a seguir. Creo que tienes lo necesario para ser tan buen padre como lo fui yo.

La carta más dolorosa que he leído en mi vida, y también la mas corta fue una de las de mi padre. Estoy seguro que cuando él escribió estas cuatro palabras estaba sufriendo tanto como yo. Me tomó tiempo, pero finalmente abrí el sobre “Cuando tu madre muera”.
Ahora ella es mía.

¡Que gracioso!... Fue la única carta que no puso una sonrisa en mi rostro.
Siempre cumplí mi promesa, por eso nunca leí las cartas antes de tiempo, bueno, a excepción de la carta ”Si te das cuenta que eres gay“. Fue una de las cartas más simpáticas.
¿Qué te puedo decir? ¡Qué bien que estoy muerto!
Ya dejando las bromas a un lado, estando a punto de morir entendí que nos preocupamos mucho por cosas que en realidad no tienen importancia. ¿Crees que algo cambiará, hijo?
No seas tonto, se feliz.

Siempre esperé con ansias el próximo momento, la próxima carta, una lección más que mi padre tendría para mí. Es increíble lo que un hombre de 27 años puede enseñarle a un viejo de 85 como en el que me convertí.
Ahora, postrado en una cama de hospital, con tubos en mi nariz y garganta por culpa de este maldito cáncer, paso mis dedos por el ya descolorido papel de la última carta que me queda por abrir. La frase ”Cuando haya llegado tu hora" apenas y puede leerse en el sobre.
No quiero abrirlo. Tengo miedo. No quiero pensar que mi hora esté cerca. Nadie cree que un día morirá.
Respiro profundo, y abro el sobre.
Hola hijito. Espero que ya estés viejo.
¿Sabes? Esta fue la primera carta que escribí y fue la más fácil de todas. Es una carta que me liberó del dolor de perderte. Creo que la mente se despierta cuando sientes que estás cerca del fin. Es más fácil hablar al respecto.
Estos últimos días aquí he pensado mucho en mi vida. Fue corta pero muy feliz. Fui tu padre y el esposo de tu mamá. ¿qué más podría pedir? Eso me dio paz interior. Ahora haz tú lo mismo.
Mi único consejo: no temas.
P.S: Te extraño mucho

martes, 6 de octubre de 2015

Fábula de la luciérnaga y la serpiente



Cuenta la leyenda que una vez 
una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. 
Esta huía rápido de la feroz predadora 
y la serpiente al mismo tiempo no desistía.


Huyó un día y ella la seguía, 
dos días y la seguía... 
Al tercer día, ya sin fuerzas, 
la luciérnaga paró 


y le dijo a la serpiente:
“¿Puedo hacerte tres preguntas?”
“No acostumbro dar este precedente a nadie

 pero como te voy a devorar, 
puedes preguntar”. -contestó la serpiente...


- “¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?” 
-Preguntó la luciérnaga.

- “No”, -contestó la serpiente.

- “¿Yo te hice algún mal?” 
-dijo la luciérnaga.

- “No”, -volvió a responder la serpiente.

- “Entonces, 
¿por qué quieres acabar conmigo?”
- “¡¡¡ Porque no soporto verte brillar !!!”




viernes, 11 de septiembre de 2015

MI CONTRADICTORIA MAMÁ


-¡Estoy harta de mi mamá! Claro, ustedes dirán: que mal momento escogió esta niña para quejarse, pero es que… les voy a contar:
En primer lugar, y no estoy diciendo “primeramente” para que ella no me corrija, recuerdo claramente que todo empezó cuando yo estaba en su barriga: -Será un hermoso varón, será un hermoso varón - decía a cada rato, ¿se imaginan ustedes lo que yo sentía al ver que mis órganos masculinos no crecían, mientras ella insistía en imaginarme vestida de futbolista con suspensor y todo?, no, creo que no lo pueden imaginar.
Cuando nací, me llenó de besos, me sentía tan bien en sus brazos recibiendo sus caricias. Recuerdo con alegría tantas horas juntas y yo, pegadita a su pecho. ¡Ah, qué tiempos aquellos! Y yo pensaba que no me iba a querer por ser mujer, ¿no es contradictoria mi mamá?
Luego de haber dado tanto amor, me obliga a comer espinacas, zapallo y toda esa clase de menjunjes horribles a mi fino paladar; y eso no es todo, porque fue ahí, en ese momento cuando comienzan los verdaderos problemas:
¡Guarda tus juguetes, lávate los dientes, no camines sin zapatos y toda una lista de órdenes imposibles de obedecer! Pero luego de un terrible de un terrible día, ella me lleva a la cama y me contaba un cuento lleno de ternura, ¿no es contradictoria mi mamá?
Pero hoy, exactamente hoy, ¡que roche!, llegando a esta actuación, delante de todas mis amigas, me besó y me dijo:
-Muñeca, mi bebita, mi chiquita, arréglate el pelito. A ver, besito a mamá y mua, mua, mua Beso por aquí y beso por allá.
¡Señoras y señores, ¿tengo o no tengo razón?, ¿tengo o no tengo razón?!
Pero… cuando me acuerdo de ella, siento una cosa tan linda aquí en mi corazón que no importa como sea, lo importante es que la amo y le perdono toda contradicción.

miércoles, 17 de junio de 2015

Pensaba que este amor se moriría

Pensaba que este amor 
se moriría en un dos por tres 

Entiendo que fue un gran error 
porque hoy es mas fuerte que ayer... 

Pero me haz dado una lección 
confieso que nunca esperé 

Que fueras una mujer tan especial 
tan tierna, amorosa, tan angelical

Por ti también yo quiero brindar 
pues conocerte fue lo mejor 
que me ha pasado en la vida...

Lograste tantas cosas en mi 
cosas que nadie pudo lograr 

Hacerme totalmente feliz 
Por eso por ti quiero brindar.. 

Gracias por todo el amor que me brindas
aunq renegando, me soportas

Fue que en un dos por tres 
te conocí, me caíste bien, 

me enamore de ti 
y en un dos por tres 
me enamoraste, me encantaste =)